
Si los ganaderos no dejan de arrodillarse ( que lo dudo) ante los toreros, veedores, apoderados, empresarios y demás mafia , esto no llega a ninguna parte y los criadores de berrendos en colorado perfectamente se podrían unir a la Unión de Afeitadores de Toros de Lidia( o lo que sea).
El toro de la foto está afeitado.
ResponderEliminarbueno, no es un toro.... más bien es un cabestro, no??
ResponderEliminarMás bien es un cabestro sí. De Sepúlveda ora más datos.
ResponderEliminarPues entonces, vuelvo la oración por pasiva, la mayoría de los toros que vengo viendo lidiar en las últimas temporadas en innumerables plazas tienen la expresión de cara exacta al buey. Con una diferencia a favor del buey, su capa corresponde más al toro verdadero que a los anunciados en los carteles. Encima de Sepúlveda, hay que joderse, estoy segura que el manso en un momento dado te pega una arrancada con más brio que la morucha corrida que he visto este año del doctor don Íñigo Ortiz de Urbina. ¿O no?.
ResponderEliminarAfeitado está, no siendo que se arranque a los toros e inutilice a alguno. Seguro que más casta tiene. Los toros de Sepúlveda pertenecen a Iñigo Sánchez Urbina Chamorro( nutricionista) y sus hermanos. Su padre Antonio Sánchez Ortiz de Urbina llevó a la ganadería a lo más alto, ya hablaremos de él.
ResponderEliminarEs una pena ver donde està ahora esa ganaderìa
ResponderEliminarPues claro que uno sabía que se trataba de un buey, de qué el cencerro, sino.
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