Madres, erales y utreros de Julio Pérez-Tabernero Población. Un placer para la vista, ¿verdad?
2 comentarios:
Anónimo
dijo...
Vicente, me alegro mucho que hayas vuelto a las andadas. La verdad es que se te ha echado de menos por lo que me alegro que hayas elegido el andante, melancólico y gracioso otoño, solemne adagio del invierno, para volver a contarnos las muchas cosas que sabes de este sagrado animal: el toro, a pesar de que, en nimias cuestiones, no coincidamos. Espero que triunfes en Palencia, allí ya me han contado que estás anunciado, no espero menos de ti, y ya sabes donde nos tienes, estos días un tanto atareados con el museo. Un abrazo, Trincherilla.
Hace años era muy normal escuchar que fulano o mengano habían estado muy bien con uno de Pilar Población; ahora parece que estamos hablando de una ganadería de hace siglos. Estaría bien recuperarlos en plazas de primera. Lo íbamos a disfrutar.
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Vicente, me alegro mucho que hayas vuelto a las andadas. La verdad es que se te ha echado de menos por lo que me alegro que hayas elegido el andante, melancólico y gracioso otoño, solemne adagio del invierno, para volver a contarnos las muchas cosas que sabes de este sagrado animal: el toro, a pesar de que, en nimias cuestiones, no coincidamos. Espero que triunfes en Palencia, allí ya me han contado que estás anunciado, no espero menos de ti, y ya sabes donde nos tienes, estos días un tanto atareados con el museo. Un abrazo, Trincherilla.
Hace años era muy normal escuchar que fulano o mengano habían estado muy bien con uno de Pilar Población; ahora parece que estamos hablando de una ganadería de hace siglos. Estaría bien recuperarlos en plazas de primera. Lo íbamos a disfrutar.
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