viernes, 17 de agosto de 2007

MEJOR SIN VOZ ...

Cada vez estoy más convencido de que uno de los motivos de la desorientación del público que asiste a los toros es por culpa de los malintencionados, engañosos y desproporcionados comentarios de las personas que retransmiten las corridas. Lo que escuche ayer fue de juzgado de guardia, y más porque la persona de la que venían algunas afirmaciones era de Ruiz Miguel, un torero que merece todos mis respetos, pero que me decepciona aplaudiendo todo lo que hacen sus compañeros de profesión.
Que diga cuando un toro está medio muerto al abrigo de las tablas que ahí es donde hay que darle vueltas, me defrauda porque debe saber que eso está prohibido. Que se atreva a decir que hay que simular la suerte de varas es un atropello, si el toro no tiene fuerza y no aguanta un puyazo que lo devuelvan, que se paga para ver 6 toros, no seis carretones con ruedas desinfladas. Pero lo peor es que llegue a decir que hay que torear en línea recta, claro está para obligar menos al toro, y, por supuesto, para arriesgar menos el torero. Me disgusta mucho oír esas cosas del que ha sido un buen torero, porque no hace más que confundir al personal.
Otra de las cosas que me llamó ayer la atención- aunque cada vez es más frecuente- es que saliesen dos toros con el hierro de Jandilla. La corrida era de Torreherberos pero salieron dos animales herrados con la estrella que curiosamente fueron los peores. No sé como un ganadero se atreve a pagar dinero por vacas con becerros a precio de oro. Lo normal es que si te venden madre e hijo es porque las madres no dan buenos resultados y el vendedor desecha esos becerros porque sabe que le pueden salir poco buenos. Un hijo de una vaca excelente y contrastada no se cede tan fácil.
De cualquier forma se agracede que las televisiones autonómicas retransmitan alguna corrida, aunque sean de ferias menores, porque parece que televisión española se ha olvidado de hacerlo.

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