Con esos toretes impropios de Bilbao, tan faltos de todo, tan ramplones, no se realiza gesta ninguna. Va y dice el ganadero, Señor Borja Domecq a la muerte del quinto, que la corrida no le esta disgustando. Y no me extrañan nada sus palabras sabiendo que este es el tipo de ¿toro? que se vende. Babosas que van y vienen, animalejos que han sido ¿picados? con puyas mucho más pequeñas de lo normal.
El público de Bilbao predispuesto, ovacionando que no se piquen los toros, el presidente levantando más de lo admisible la mano en el reconocimiento de la corrida, con todo a favor y nada. Triste encerrona, y de pena Bilbao... ¿Nos vamos a Las Vegas?
P.D.- Que alguien me explique por qué se aplaude a un semi-toro que apenas ha sido picado y que ha escarbado, berreado, se ha rajado y va y viene como un carretón.
5 comentarios:
Y luego se quejan de Madrid...
Pues que quieres que te diga...
Tapate anda, tapate y no salgas del burladero que menuda mansada ilidiable echo el paleto en Bilbao...y menudos picotazos le diero, ni para un analisis
¿Por qué he de taparme? ¿Mansada? ¿Ilidiable? Si lo que le dieron a esa corrida le dan a todas las que le precedieron, ¿cuántos hubieran aguantado en pie? Saludos, valiente.
Vicente, ni caso. Que me den la de Victorino y que me quiten las demás, que ha sido la mejor de la feria con diferencia. Hubo tres toros interesantes, el tercero, el cuarto, al que Padilla no quiso ni ver y el sexto, que, con sus dificultades puso también el punto de pimienta a la corrida.
Un abrazo. Eneko.
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