Una buena mañana hemos tenido en El Gustal de Campocerrado para hacer el segundo saneamiento del año. Erales, añojos, vacas y becerrillos, algunos con escasos días de vida, han pasado por los corrales y la manga. Bruselas obliga, pero no piensa en el ganado. ¡Señores míos esto no son razas de leche o de carne! Y una becerra se parte una mano y un añojo se fastidia un pitón, y una vaca aborta, y otra pare esos días de trasiego y no quiere la cría... Y llega el jueves y te dicen que tienes que matar 10 o 15 vacas, casi siempre de las de mejor nota, y resulta que de esas que has llevado al matadero sólo estaban malas 1 o 2, las otras eran dudosas... ¡jodeté!
De verdad que hay que tener mucha afición para aguantar la que hoy en día tiene el campo encima...
P.D.- Por favor, ¡qué nadie me venga con lo de las subvenciones, que también las dan por sembrar encinas y esas no te dan disgustos ni tienen que comer todos los días!
1 comentario:
Al final se van a acbar criando toros casi en clandestinidad. Como suelo decir ante semejantes muestras de ignorancia, como son las de los señores de Brusela, ¿Qué sabrá un burro lo que es una onza de chocolate?
Mucho ánimo
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