Eran casi las nueve de la noche cuando suena el móvil. Al otro lado, un buen aficionado salmantino:
-Todos a hombros con el mayoral, me dice.
-Ya gané una apuesta que hice esta mañana.
- Siete orejas que han podido ser una docena.
- ¿Y LOS TOROS?
- Ni los han picado, dos impresentables y más de uno sospechoso.
- No sé por qué, pero me lo imaginaba.
-Un saludo.
-El domingo nos vemos.
Creo, sinceramente, que el año que viene será mejor que los matadores no lleven picadores en sus cuadrillas. Dos sueldos que se ahorran, ¿para que los quieren con los novillotes que salen de chiqueros que no son mucho más grandes que los erales que matan los chavales de la Escuela de tauromaquia en muchos pueblos de la provincia? Pero para que amagarse y contar lo que tú sientes que es un engaño cuando todos tapan el sol con un dedo y se “dignan” en pedir vueltas a ruedo a un becerro que ni ha sido picado, cuando para algunos la bravura es que un carretón medio inválido aguante 200 trapazos, cuando con tres pinchazos y un bajonazo se da una oreja, cuando se aplaude al varilarguero por no picar, cuando el presidente cambia el tercio sin que el torito haya salido del peto, cuando te insultan por no aplaudir o pedir trofeos, cuando te dicen que no tienes ni puta idea... ¡con dos cojones! Sigamos así, que cerca llegaremos.
P.D.- ¡Y el mayoral vestido de paisano!
2 comentarios:
Soperbio
un saludo
bruno
La plataforma en defensa de la fiesta tiene que defender el espectáculo integro y no estas farsas.Para defender la fiesta hay que hacer como los antitaurinos y manifestarse en contra de simulacros como estos en las proximidades de los ruedos donde se van a celebrar
Publicar un comentario