CALASPARRA: UN OASIS PARA LA AFICION

Cuando hace un par de meses recibí la llamada de Juan Carlos, vicepresidente de la Asociación Taurina “El Quite” de Calasparra, para invitarme a su pueblo no lo dude un momento, y más sabiendo que vería dos encastes “diferentes”. Si el año pasado con los novillos de Escolar y Rehuelga disfruté como hacía tiempo que no lo hacía, este fin de semana, aunque me pareciese imposible, me he emocionado aún más. He visto casta, trapío, poder, bravura, y un buen número de adjetivos cercanos al tipo de toro que a uno le gusta, muy distinto al que padecemos casi todos los días en la mayoría de las plazas.

La novillada de Concha y Sierra, bien presentada, con algún novillo que bien nos colarían por toro en muchas plazas de segunda, fue más que interesante. Me alegro mucho ver que una vacada histórica, con un encaste único, que corrió serio peligro de desaparición se puede recuperar con trabajo, ilusión y afición. Unos utreros empujaron más en el caballo, otros desarrollaron más nobleza en la muleta, otros tuvieron un tranco y transmisión tremendos, pero hubo dos, para mi gusto, muy completos. El 19, Pavito, tuvo una pelea en varas aceptable y en la muleta fue franco, largo, con ritmo, un lujo para los toreros. Sin embargo el 45 me gusto mucho más porque empujó recargando en el caballo y tuvo más transmisión y algunas dificultades, pero cuando se le hacían las cosas bien embestía con un tranco tremendo.

Pero si el sábado disfruté, el domingo se multiplicó la emoción. Los utreros, toritos, del bueno de José Escolar hicieron que aún hoy tenga la garganta irritada, que se me pusieran los pelos de punta y que me cabrease con los señores que van montados a caballo y las cuadrillas incompetentes. No se puede permitir que cuando sale un novillo rematando hasta en tres burladeros, tomando el capote humillado y con un recorrido tremendo, sin hacer ninguna cosa rara llegue el tercio de varas los pongan de cualquier forma y aproveche el picador para darle lo que no está en los escritos tapándole la salida sin motivo, los peones y el novillero no lo saquen aunque la gente chille, lo vuelvan a poner para darle otra vara fortísima y trasera, los banderilleros cojan un pánico que no procede, estrellen al novillo contra el burladero tres veces, llegue el tercio de muleta con el animal embistiendo con el morro por el suelo pero el novillero no lo quiera ver, le quite las moscas y lo mate de una puñalada trapera. Y aún así, con todo merecimiento ese novillo, por el que el nieto del ganadero apostó en el encierro, Cedido II recibiese la póstuma vuelta al ruedo.
Además en este encierro destacó también otro novillo muy importante, Palomito, para el que se pidió la vuelta al ruedo pero no se concedió. Apretó con codicia en el caballo en dos varas, también le dieron lo suyo, se dolió en banderillas, en la muleta tuvo un pitón izquierdo para hacer rico al que quisiera, con un tranco más que el que premiado pero que en la muerte buscó tablas y ese defecto, y las banderillas, hacen que para él no hubiese pañuelo azul.
Hubo otros dos novillos más que aceptables, y otros dos de nota más baja, de esos que se quedan sin recorrido y se ponen a la defensiva, pero que también tienen su lidia. Lástima que los novilleros estuviesen poco preparado para enfrentarse a animales que las FIGURAS no quieren ver ni en pintura. Como dije en la televisión mi respeto hacia ellos por ponerse delante, pero una vez que pago mi entrada me pongo en el tendido y veo que no saben por donde meterle mano, que a estos “bichos” no le puedes andar haciendo desplantes y siempre debes llevarlos por abajo, que estos no son los carretones de la escuela, me duele ver que novillos de escándalo, bravos y no alimañas, se van al desolladero con las orejas puestas.

En definitiva he visto 12 novillos que en muchas ferias, mismamente en la de Salamanca, ni en pintura. CASTA e INTEGRIDAD, cóctel explosivo que nos quieren birlar algunos, y que en Calasparra siguen defendiendo con uñas y dientes los amigos de “El Quite”. Gracias a todos.



P.D.- Me hace mucha gracia que en algunos portales ni se hagan eco de estas dos novilladas y luego saquen un titular resaltando un buen encierro de Alcurrucén, que sé que fueron mansos, excepto el 200, que no fueron picados ni la mitad que los “escolares”, que alguno hasta se echó, que varios se refugiaron en tablas. ¡Viva la prensa independiente!