Claro que la consaguinidad puede causar graves problemas en una ganadería, que en algunos casos son corregibles, pero bien y cuidadosamente aplicada es una posible garantía de éxito.
Cómo todos bien sabéis hacer una buena ganadería cuesta toda una vida y apenas bastan unos pocos años para destruirla. La genética del toro bravo está llena de misterios. De un padre excepcional y una gran vaca deberían nacer siempre hijos de alta nota, pero desgraciadamente no es así en muchas ocasiones.
Si buscas en tu ganadería un carácter concreto, como puede ser la bravura en el caballo o la transmisión, es mucho más fácil fijarlo recurriendo a la consaguinidad tomando como base la familia que más se ajuste a lo que tú persigues. Utilizar la consaguinidad estrecha, es decir entre hermanos o entre padres e hijos, es poco frecuente pero recurrir a la consaguinidad lateral o familiar – animales que no tienen parentesco en primer grado – es muy usado para conservar y perpetuar los caracteres que tú buscas y que en esa reata están bastante fijadas.
Os voy a poner un ejemplo de un toro con una alta consanguinidad que seguro muchos aún recordáis. Se lidió en Madrid hace ya seis años. Se llamaba Murciano, ¿os suena? Pues bien, este toro que apunto estuvo de no lidiarse porque los veterinarios consideraban que estaba muy justo para Madrid, era nieto por vía materna de Murga, 116, y esta vaca, a su vez, era abuela de Mundano, 53, que era el abuelo paterno de Murciano. Así que se juntaron en el mismo toro por ambas ramas los caracteres de una reata, la de las “murcianas”, en base a una misma hembra.
Pero bueno, lo único claro de todo el tema de la consaguinidad, al igual que todo lo que se refiere a la crianza del toro bravo, es que los animales a lo que se recurre deben ser de muy buena calidad y que se ponga en marcha una selección severa que nos descubrirá los defectos o virtudes de los descendientes. La tienta es la base de todo. La consaguinidad no es tan mala, ni un problema. Detrás de una ganadería hay muchas más cosas, entre ellas: la suerte.
3 comentarios:
amigo, me encanta tu blog, y creo que llevas razon en el tema consanguinidad, pero te escribo por otro asunto, buceando por internet, en un blog de un chico de gijon encontre las fotos de la corrida que mando a Gijon el dia 11 de agostoa EL PILAR, ganaderia, hasta ese dia bastante respetada por mi, no es el toro que amo(me encanta el santacoloma) pero bueno dentro del bobi toro solia estar bien presentado y algun toro se venia arriba. te dejo un link para que veas las fotos de los animales en los corrales.
http://picasaweb.google.com/Tendido1/PonceCastellaManzanares/photo#5233181889647934482
Manuel Lopez Rodriguez Pacheco
Hola Vicente, este tema es muy interesante, el tema de la consaguineidad es interesante porque como bien planteas es inevitable, y hay por tanto que hacer de la necesidad virtud, quisiera hacerte una pregunta, si en una ganadería una reata está dando resultados malos, o regulares, la eliminarías o buscarías que al menos no desaparezca la reata, por si se consigue cambiar el resultado cruzando con otras.
Un placer tenerte por aquí amigo Costi. Sobre la pregunta que planteas sólo puedo decirte que si la reata tiene buena base merece la pena luchar para no eliminarla del todo, pero que si después de cruzarla con diversas familias no ves solución lo mejor es eliminarla. La base de esto es la selección, no perdonar ni una porque aún así te llevas disgustos importantes.
Un abrazo.
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