En 1938 don Manuel Espinosa y Villapecellín, Vizconde de Garci-Grande, adquiere la ganadería que se anunciaba como Nogales y Mejías - propiedad de Casimiro Pérez-Tabernero Nogales y de Manolo Mejías Bienvenida- y que tenía sangre, como no podía ser de otra forma, de Don Graciliano Pérez-Tabernero. Varió el hierro y un par de años más tarde sustituye las reses por otras de Don Juan Cobaleda, oriundas del Conde de la Corte.
A partir de su propia selección los toros del Vizconde se
caracterizaron por su alegría y bravura, gozando de inmejorable cartel en los cosos más importantes. Durante los años 40 y 50 las figuras se apuntaron a esta ganadería.
Entre los astados dignos de mencionar se encuentran: Claveleño, premiado con la vuelta al ruedo en Santander en 1944; Vencedero y Comadrito, lidiados en 1945 en Madrid; Calderito, Presumido y Corchaíto- reata graciliana-, ovacionados en Las Ventas en 1948; Carabonito, Zanguango, Apaisado, Avioneto, Zagalo y Vencedor, novillos desorejados en 1950 en Mérida por Aparicio y Litri; Yegüedito, fue premiado con la vuelta al ruedo en Madridi el 23 de abril de 1953; Yegüesano, vió el pañuelo azul en Murcia en el año 1955; Velero y Afaisado, recibieron una y dos vueltas, respectivamente al coso de Pamplona; Gañafero, fue paseado por el albero de La Glorieta en 1956; Vendedor, recibió la vuelta al ruedo en Madrid el 23 de agosto de 1959; Velero, Clavetón y Bracerillo, fueron ovacionados durante su arrastre en Pamplona; Clavelito, Farruco y Madrileño, recibieron numerosas palmas en Zaragoza en 1960; Venenoso, Carasucia y Zarandajo, fueron fuertemente ovacionados en Manizales (Colombia)...
Los éxitos eran continuos y la lista sería más extensa, pero muerto el Vizconde sus hijos, Luisito y María Teresa Garcigrande, vendieron en 1967 la ganadería a José Moro Jiménez que cuatro años más tarde la cedió a la Sociedad Agrícola Couto de Fornilhos en cuyo poder aún sigue sin repercusión ninguna. Una pena.
Espero que quede bien claro que los Garcigrandes eran estos y no los de ahora.
A partir de su propia selección los toros del Vizconde se
caracterizaron por su alegría y bravura, gozando de inmejorable cartel en los cosos más importantes. Durante los años 40 y 50 las figuras se apuntaron a esta ganadería.Entre los astados dignos de mencionar se encuentran: Claveleño, premiado con la vuelta al ruedo en Santander en 1944; Vencedero y Comadrito, lidiados en 1945 en Madrid; Calderito, Presumido y Corchaíto- reata graciliana-, ovacionados en Las Ventas en 1948; Carabonito, Zanguango, Apaisado, Avioneto, Zagalo y Vencedor, novillos desorejados en 1950 en Mérida por Aparicio y Litri; Yegüedito, fue premiado con la vuelta al ruedo en Madridi el 23 de abril de 1953; Yegüesano, vió el pañuelo azul en Murcia en el año 1955; Velero y Afaisado, recibieron una y dos vueltas, respectivamente al coso de Pamplona; Gañafero, fue paseado por el albero de La Glorieta en 1956; Vendedor, recibió la vuelta al ruedo en Madrid el 23 de agosto de 1959; Velero, Clavetón y Bracerillo, fueron ovacionados durante su arrastre en Pamplona; Clavelito, Farruco y Madrileño, recibieron numerosas palmas en Zaragoza en 1960; Venenoso, Carasucia y Zarandajo, fueron fuertemente ovacionados en Manizales (Colombia)...
Los éxitos eran continuos y la lista sería más extensa, pero muerto el Vizconde sus hijos, Luisito y María Teresa Garcigrande, vendieron en 1967 la ganadería a José Moro Jiménez que cuatro años más tarde la cedió a la Sociedad Agrícola Couto de Fornilhos en cuyo poder aún sigue sin repercusión ninguna. Una pena.
Espero que quede bien claro que los Garcigrandes eran estos y no los de ahora.
1 comentario:
Presencié, con 17 años,la corrida citada en la Feria del Pilar en Zaragoza el año 1960. Torearon Gregorio Sánchez(4 orejas y 1 rabo); Fermín Murillo( 4 orejas y 1 rabo) y el portugués José Julio, que tomó la alternativa(3 orejas). Un toro mató un caballo. Otro la vuelta al ruedo; los demás ovacionados. Todos salieron a hombros incluído el mayoral.Inolvidable e irrepetible. Así fueron los toros del Vizconde de Grancigrande.
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