“El afeitado es algo más que un engaño al público. Es una traición al compañero. Es una competencia desleal para vender mejor que el vecino. Di que lo digo yo. Di que eso no es de hombres. Que venda más caro el que tenga los mejores toros, pero no el que se da más prisa en meterlos al mueco…
Y si quieren humanizar la fiesta, que los afeiten todos. Por mí que los afeiten todos, pero para los pobres muchachos que están empezando, que no ven un duro cuando empieza la corrida. Pero para las figuras… ¡ni hablar! El dinero de los toreros debe estar en relación con los pitones de los toros que matan. A los que más cobran deben echarle los más corralones... Y a los otros… A esos, por mí, como si se los ponen mochos…”
Esta es la opinión de Don Francisco Escudero Muriel, de “Cortos”, sobre el afeitado en la época de El Cordobés - en la actualidad esto está multiplicado por diez- recogida en el libro del Maestro Navalón, Viaje a los toros del sol.
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