Parece que la primavera quiere adelantarse porque la verdad es que hemos padecido poco el riguroso invierno charro. De momento, porque estoy seguro de que nos quedarán días de mucho frío.
Estos días da gusto pasear por el campo. Las tardes son más largas que en diciembre, la temperatura es más que agradable, y el tapiz verde que cubre todos los cercados es una auténtica delicia para la vista. Becerros respingando o durmiendo después de “templar” de leche, vacas rumiando bajo las encinas o bajando a la charca para calmar la sed, el semental “repasando” las hembras para comprobar si hay alguna en celo, las utreras en el cercado del Teso esperando a que llegue el día en el que se decidirá su futuro tras el tentadero… Estas son algunas de las cosas con las que se puede disfrutar en este febrero tan primaveral, esas pequeñas cosas que no tienen precio.
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