jueves, 7 de febrero de 2008

DE VERGÜENZA

Parece ser que lo de estos Carnavales va a dar mucho que hablar. Y con razón. Resulta que el Consistorio va abrir un expediente para aclarar el caso de los toros del encierro del martes, que parece ser no eran los reseñados, pero además el alcalde sale eludiendo responsabilidades y tratando de justificar cosas inaceptables. Dice que estudiaran los casos de toros remarcados, yo vi más de uno, y asegura que en el festival del martes sólo “un grupúsculo protestó y dijo que los animales estaba afeitados, pero la ley obliga al retocado taurino en los festivales”. Señor Iglesias, yo era uno de los muchos que protestamos y no era porque estuvieran arreglados – les faltaba medio pitón-. Sé de sobra que en los festivales debe ser así, y si grité fue por la evidente invalidez del animal. La ley obliga a muchas cosas, pero si nos interesa la aplicamos y si no nos la saltamos a la torera, ¿verdad?
El toro del aguardiente no era el anunciado porque dicen que el que habían reseñado de Antonio Villau tenía ocho años. ¿Entonces por qué lo eligieron si sabían que estaba prohibido? En su lugar soltaron uno de Soto de la Fuente, y este estaba remarcado en el anca, encima de la u de la Unión, no sé muy bien para qué. Otro de los toros del encierro, que los mozos tuvieron que meter con una soga porque ya ni andaba ni embestía, estaba remarcado pero en la paleta, tapando un 0 con un tres que sangraba. Eso sí que es grave y no sólo responsabilidad de los organizadores, ¿y los veterinarios? ¿Y el acta de nacimiento de este toro? Eso también es ilegal, pero no pasa nada.
Deprisa y corriendo se intentaron comprar toros más serios de los que había en los corrales para la capea del martes. Con dos mil euros en los bolsillos se intentó arreglar lo que ya no tenía solución. Al final se consiguieron dos toros de Antonio Pérez de San Fernando muy serios- tras llamar a la puerta de varios ganaderos- y así se intentaba calmar al personal, pero tras todos los despropósitos que habían sucedido el domingo, el lunes y la mañana del martes era como intentar tapar el sol con un dedo.
Que le pregunten a los aficionados de Ciudad Rodrigo, de Coria, de Tordesillas, de Arganda, de Portugal o de Francia que han visto los festejos y encierros a ver si opinan que el Carnaval de Cuidad Rodrigo no se debía cambiar el apellido y en lugar de ser del Toro ser el de La Vergüenza, porque fuimos muchos los que la sentimos al ver como en la capea nocturna del lunes tuvieron que sacar un cabestro “bravucón” al protestar el personal, con razón, los dos toros que salieron a la plaza y se asustaban de los recortadores y los “capas”.
Señor Alcalde y concejales de Ciudad Rodrigo espero que piensen detenidamente en lo que ha pasado este año, quedan alrededor de 380 días para que empiecen los Carnavales de 2009 y tienen tiempo suficiente para tratar de no cometer los mismo errores. Sería vergonzoso.


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