jueves, 2 de noviembre de 2006

DON ANTONIO PÉREZ: EL SEÑOR DE SAN FERNANDO.



Criado a la vera de su abuelo Casimiro Sanchón en el Villar de los Álamos pronto entendió que el día que se hiciese ganadero buscaría un toro totalmente distinto al que criaba su padre, no le gustaban esos morlacos bruscos y difíciles procedentes de Veragua y Miura.
Se casó con su prima hermana María Matea Montalvo y compró una finca cercana al Villar de sus amores. Como homenaje a su padre- la persona que más admiró y que había fallecido unos años antes- le puso el nombre de " San Fernando".
La parte de la ganadería paterna que le correspondía la cedió a sus hermanos Graciliano, Alipio y Argimiro. Formó su vacada adquiriendo en 1911 el ganado procedente de Murube que puso a la venta el portugués Luis Da Gama. Cinco años más tarde compró dos sementales del hierro de Parladé; uno de ellos era el famoso Azulejo, propiedad de Antonio Lamamié de Clairac. En 1919 compra un toro y 90 vacas a Luis Gamero Cívico y al año siguiente 45 vacas a la Marquesa Viuda de Tamarón. La ganadería pasa a denominarse en los carteles como Antonio Pérez de San Fernando para evitar confusiones entre los hermanos. En 1925 compra una de las partes en las que se había dividido la vacada de los Herederos de Vicente Martínez y la pone a nombre de su esposa. Llevó conjuntamente ambas ganaderías y con las dos consiguió grandes éxitos. Pronto los toros de A.P. se convierten en deseo de los toreros, que apuestan por ellos para tardes de importancia. Son muchos los que propician el éxitos de las figuras, la lista sería muy larga.
" Como no podía llegar a mis hermanos- como ganaderos-, me refugié en el número- de reses lidiadas-". " El toro bravo tiene que ser tonto y sin frenos". " Como ganadero de bravo soy uno más; como tratante de ganado, el mejor". Estás son algunas de las frases que definen al Antonio ganadero.
Su amistad con los Miuras y su amor a Andalucía hicieron que él fuese uno de los que introdujo el acoso y derribo en Salamanca. En su casa siempre había 30 garrochas. Sus sobrinos Fernando y Casimiro Pérez-Tabernero Nogales fueron grandes garrochistas, al igual que sus hijos Antonio y Juan Mari.
Tras su muerte en 1965 sus hijos reparten el ganado y las fincas. Para Antonio fueron el hierro de A.P. y " San Fernando" ; para Amelia, " Puerta Verde" y una parte de la vacada que pasa a anunciar a su nombre; para Mercedes, " El Villar de los Álamos" y la ganadería " Sierragrande" que pasa a llamarse " Mercedes Pérez-Tabernero Montalvo"; y para Juan María , las dehesas "Linejo" y "Campillo" junto al hierro de su madre que pasa a denominarse "Montalvo".
Con la pérdida de Don Antonio, Salamanca dejó de ser otro poco más lo mucho que fue.

4 comentarios:

Admin dijo...

gracias por estas lecciones, Vicente. Da gusto leerte,tio.

Anónimo dijo...

A medida que más leo como se lo tomaban Arranz o Graciliano, por ejemplo, más veo que esto se ha corrompido de una forma bestial, pero bueno, solo se puede seguir luchando y denunciandolo, seguid así.

Anónimo dijo...

Albaserrada, que estás triunfando entre los blogueros, que algunos no saben del campo en absoluto. Felicidades, aunque a mí el ganadero que nos ha tocado hoy, AP, ni fu ni fa.

V. Sánchez López dijo...

Sé Margo que este ganadero no se puede comparar a los anteriores sobre los que he escrito, pero fue importante y le también engrandeció - a su manera- la Salamanca ganadera. Lo mismo ocurre con Tío Ata.