Este es el sobrenombre con el que se bautizó al ganadero salmantino Atanasio Fernández Iglesias que tras la muerte de su suegro, Bernabé Cobaleda, se hizo cargo de la parte de la ganadería que le correspondió a Natividad Cobaleda Sánchez, su esposa, compuesta mayoritariamente por reses del Conde de la Corte, ya que las “carriquiris” casi fueron eliminadas en su totalidad. El hierro original fue para su cuñado Don Juan.
La primera compra que realizó Don Ata es a Bernardo Escudero, sobrino de José Bueno - dueño del hierro del Marqués de Albaserrada -. Pero esa sangre no le debió gustar, aunque alguna vaca quedó, y entre 1930 y 1931 compró 41 vacas y el semental Carabella al Conde de la Corte para reforzar lo que había heredado anteriormente. Con esta base fue con la que creó su propio encaste. Crió otro tipo de toro, más armónico – sobre todo de cara- y con la característica de ser normalmente frío en los primeros tercios para acabar rompiendo en la faena de muleta. Durante 50 años que estuvo al frente de la ganadería nunca faltó en las principales ferias.
Pero vayamos con los secretos de Campocerrado. Según una fuente totalmente fiable durante mediados del siglo pasado hubo varios intercambios de vacas entre Atanasio y el jerezano Juan Pedro Domecq y Díez. Y supongo que de alguna de esa reatas saldría el semental que hizo que en la actualidad haya en la finca charra tanto colorao, ¡y también castaños!.
El día que se embarcó el toro para la concurso de Salamanca de 1967 Don Atanasio no acabó de verlo entrar al cajón del camión. El ganadero no aguantó que el astado se asustara de todas las puertas y no hiciera otra cosa que berrear y tirar coces. Al día siguiente Clavelero, que así se llamaba, fue indultado en La Glorieta. Estaba marcado con el hierro de su hija Pilar, que era el utilizado para señalar vacas de desecho. En cuanto se curó, ese toro fue vendido a un ganadero portugués.
De todos los ganaderos a los que vendió, Don Lisardo fue de los pocos que no consiguió engañar. En lugar de mirar el libro donde Atanasio tenía las vacas de venta que eran eralas, utreras y cuatreñas de desecho con nota falsa Don Lisardo le compró vacas viejas, esas que llevaban criados años, que seguro que no eran malas.
Hasta su muerte en 1982 estuvo al frente de la ganadería. Su hijo Bernabé era su continuador pero diez años después falleció en un accidente de tráfico y desde entonces el que está al frente de la vacada es su nieto Asís Aguirre que la ha llevado al oscuro rincón en el que se encuentra hoy. Madre de muchas ganaderías, más o menos brava, que puede gustar o no, es otro símbolo no muy lejano del Campo Charro que desgraciadamente también se pierde.
6 comentarios:
Pues menos mal que a un "loco" riojano le dio por comprar algo de aquellos Carriquiris que si no ,nos quedamos sin ellos.
¡Y además de verdad!
Kaparra:eso mismo digo yo de este desafortunado seleccionador mitificada en Salamanca como si fuera un dios. Y ya puestas, ¿se puede ser ganadero llamándote así, Asís, hermano sol, hermano lobo, hermano perro...
Ya me disculparas Margo Chaning,no te pille nada,totalmente fuera de juego me quede. Una cosita mas,por ahi lei que fueron varios vaqueros los que llevaron el ganado a Salamanca,pero cuando fue a la inversa(hay una leyenda urbana o campera,quien sabe)que dice que Nicasio Casa trajo el ganado con un vaquero y su perro.un dia se lo pregunte a un ganadero de la ribera y me dijo que el lo habia oido tambien,no se.
un saludo.
¿Y Domiciano, Domi, y su bisnets con Heraclio POmbo en Extremadura, zona de Alcántara?
Kaparra, quería decir que el nuevo ganadero de Campocerrado se llama de nombre propio Asís, o sea un disparate, una rebuscado y pijo recuerdo a san Francisco de idem: hermano sol, hermano lobo, hermano primo, ¿qué idea tiene del toro bravo el tal Asís Aguirre? Ya digo, un beatífico criador.
Margo, ¿ sabes que Asís es ahijado de Antoñete?. da gusto ver en la ribera de campocerrado un montón de vacas cárdenas, mansas y 4 sementales charoleses, que a saber si no se le han echado ya a las bravas.
Publicar un comentario