Acaba de comenzar la temporada y ya estamos con los escándalos. Ayer en Valdemorillo, a todos los efectos, se cometió una ilegalidad. Es una plaza de tercera, el toro no tuvo un comportamiento excepcional en todos los tercios de la lidia, no lo pidió la mayoría del público y López-Chaves no lo solicitó . Además el diestro salmantino tuvo que dar la vuelta al ruedo sin los trofeos, ganados a pulso, por el lío que se formó al ver que el presidente había sacado el pañuelo naranja.
Lo cuentan perfectamente Rober, Betialai y Noelia.
El indulto de un toro es algo muy serio y si se creen - los taurinos- que perdonándole la vida a un astado bueno, pero no excepcional, hacen algún beneficio a la fiesta, y a la cabaña brava en particular, creo que no pueden estar más confundidos.
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