viernes, 29 de febrero de 2008

COMIENZA EL ESPECTACULO, ¿O TERMINA?

Muchas versiones sobre un mismo acontecimiento, pero casi todas coinciden en una de las cosas más esenciales en los toros: la PRESENTACION. En este en concreto por escasa, y en algún caso en particular por irrisoria.
Sin un rival de altura, como la Armada Invencible contra los ingleses, los franceses en San Quintín o los turcos en la batalla de Lepanto, la victoria en una guerra es menos significativa. Contra un adversario de importancia es cuando los triunfos adquieren todo su esplendor. Y su valor real. Si al toro se le pierde todo su respeto, la Fiesta pierde toda su esencia. Una corrida de toros se puede convertir en un autentico circo si nos lo proponemos. Y a los que les interesa, económicamente hablando, lo están consiguiendo. Y mucho me temo que ni Manifiesto de Aficionados, ni Mesas del Toro, ni Asociaciones de Aficionados podremos con estos vicios viejos y rentables, muy rentables.
Todos los medios de comunicación denuncian la escasa presencia del ganado pero después justifican lo injustificable porque no hay oponente. Y si no hay toro no puede haber toreo. Resulta que el dar diez gaoneras y un par de series de naturales con cincuenta enganchones a un novillote es la esencia del toreo.
Dice el diccionario que torear es el arte de lidiar TOROS en la plaza. Si matan novillos no merecen que se les llame toreros. Y los que jalean eso tampoco merecen llamarse aficionados o por lo menos dar lecciones de moralidad a los demás, cuando antes denunciaban todo y ahora se callan. Y el que calla, otorga. Y eso es el triunfo del engaño, de la mentira, de las trampas. Si para esto ha venido José Tomás mejor que matase el gusanillo en el campo. Desde luego a mí no me va a quitar un euro del bolsillo para irlo a ver, pero cada uno es libre de gastarse el dinero como mejor le parezca y respeto con toda mi consideración a los que acuden a las plazas a ver a este señor que no es ni la sombra de lo que fue, y que a mí me gustó muchísimo. Muchos dicen que ha venido a rescatar una Fiesta que estaba herida de muerte, que ha “revitalizado” La Fiesta y yo me pregunto: ¿no le puede haber dado la puntilla con tanto atropello? ¿Dónde están los festejos televisados para que lo vean todos? ¿Y los toros de las ferias importantes?
De todos modos el opinar como la minoría será luchar contra molinos de viento como Don Quijote, porque dicen que no hay mayor ciego que el que no quiere ver. Y desde luego muchos aficionados están perdiendo la visión demasiado deprisa. Aunque dicen que la fe es lo último que se pierde, también una retirada a tiempo es una Victoria. Y quizás será mejor irse para casa en lugar de sufrir las iras de los que no opinan como tú.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

No amigo Vicente, irnos NO POR FAVOR.
Un fuerte abrazo
Pgmacias

Jon Muñoz dijo...

Comienza la temporada y parece que otra vez todas las pequeñas ilusiones se caen de golpe...

BETIALAI dijo...

Suscribo punto por punto el post, Vicente, salvo las líneas finales. No podemos irnos a casa por muchas iras que descarguen sobre nosotros los que manejan los hilos de este negocio/circo y los sinvergüenzas que han estado engañándonos haciendo ver que estaban con nosotros y, ahora, cuando se trata de juzgar a "su torero" callan, le siguen jaleando y encima nos insultan. No podemos abandonar, tirar la toalla y dejar el campo libre a todos los exégetas del fraude y el engaño, a los que hacen del pseudoro y el destoreo la nueva bandera de la Fiesta. Que nos den si quieren hasta en el carné de identidad, pero no podemos entregarles este maravilloso espectáculo en bandeja de plata para que sigan corrompiéndolo a su antojo y en beneficio de sus asquerosos intereses. Se lo debemos a Alfonso, se lo debemos a Joaquín Vidal, se lo debemos a muchos que en su momento también dieron la cara por preservar la integridad y la pureza, pero, sobre todo, se lo debemos a la Fiesta.

Un fuerte abrazo.

V. Sánchez López dijo...

Lo de irnos es una froma de hablar, no pienso abandonar. Tendrán que aguantarnos, por todo lo que dice Beti y por gente como vosotros amigos.