martes, 12 de febrero de 2008

¿SIRVE PARA ALGO?

El otro día se me ocurrió coger el viejo reglamento de espectáculos taurinos para aclarar unas cositas. Resulta que entre las infracciones catalogadas como graves se encuentran:
· El incumplimiento o cumplimiento defectuoso de los deberes de identificación y vigilancia de las reses de lidia.
· La manipulación fraudulenta de las defensas de las reses de lidia.
· La administración a las reses de lidia de productos tendentes a disminuir su fuerza o integridad física o a modificar artificialmente su comportamiento o aptitudes.
· La manipulacioón, sustitución fraudulenta o retirada sin autorización de precintos reglamentarios.

Cometiendo dentro de un año natural tres de estas infracciones pueden ser sancionadas con la inhabilitación para el ejercicio de la actividad empresarial de ganadería de reses de lidia y de organización de espectáculos taurinos durante un año y con multas de 60000 hasta 150000 euros.

¿Cuántos criadores debían de ser sancionados? ¿Por qué no publican listas con ganaderos timadores igual que hacen en Francia? ¿Por qué no hay una pareja de la Guardia civil ni en los herraderos ni en los embarques? ¿Por qué cuando llegan a la plaza los precintos en los cajones del camión no están? ¿No se duermen los toros dos veces para poner y quitar las “exitosas” fundas, y en algunos casos días antes de su lidia?¿No se aprovecha que el toro está en el mueco para hacerle alguna maldad?¿Sirve para algo el reglamento o sólo para lo que interesa?

2 comentarios:

David Valderrama Gutiérrez dijo...

Querido Vicente: ¿Pero que quieres, que nos quedemos sin Corridas de Toros/Novillos? Haciendo esto, me parece que...desaparecian 3/4 partes de los "ganaduros" de España!!!
Tienes ocurrencias, que...¡Ojala se llevarían a cabo!

Un saludo!!!

Anónimo dijo...

Algún ganadero me ha dicho que los civiles ya no suelen ir a los herraderos a no ser que sean verdaderos aficionados. Y lo peor es que cuando se presentan guardias de las jóvenes hornadas acostumbran a dar la vara con el sufrimiento de los pobres becerros. "Se ponen tan pesados que es mejor que no vengan" me decía una veterinaria en una ganadería andaluza. Cosas del "buenismo" tan de moda hoy en día. Saludos desde Tarragona.