Siempre me ha causado un profundo respeto hablar del bueno de Luciano Cobaleda Gajate. Hace días dije que era uno de los ganaderos a los que me gustaría dedicarle un post-homenaje pero me encontré con un artículo sobre este señor escrito por Salva en La Voz de la Afición en el año 1999 y me parece que no es necesario que escriba nada leyendo esto. Es un escrito tan completo e interesante que me parece justo recordarlo.
LUCIANO COBALEDA: TERROR Y PAVOR
La ganadería de Luciano Cobaleda quedará en el recuerdo de los aficionados para siempre. Tan solo lidio siete corridas de toros, pero su excepcional presentación y su interesante juego serán difícil de olvidar.
Aquellas corridas de toros fueron la antítesis del toro de lidia actual. El toro de hoy es el producto de unos señoritos andaluces que lo han dulcificado hasta extremos insospechados, en el que el torero tiene que procurar "ayudar al toro" para que no se le caiga después del simulacro de la suerte de varas.
Sin embargo, los lucianos eran toros de magnifica presentación, la mayoría de ellos aplaudidos de salida, alegres en el caballo; unos bravos, otros saliéndose sueltos, pero todos ellos encastados, sin doblar las manos y sin que el torero debiera ayudarle nunca, sino todo lo contrario, toreándolos siempre por debajo de la pala del pitón, porque en el momento de que el toro no se sintiera dominado y le pudiera al torero, la cogida podría ocurrir en cualquier momento
Eso no quiere decir, que nadie quiera la cogida de ningún torero, todo lo contrario, pero el pilar fundamental de la fiesta de los toros es eso; Riesgo y Emoción. Y eso es precisamente lo que más falta le hace a la fiesta, que el aficionado que está en el tendido de importancia a todo lo que se haga en el ruedo y no piense :" eso soy capaz de hacerlo yo ...", aunque no lo sea...
La ganadería de Luciano Cobaleda es uno de los lotes de la que formase su padre D. Alicio Cobaleda Marcos a principios de los años 40 con reses procedentes de Coquilla, compradas a la Marquesa de Valenzuela. Tras el fallecimiento de D. Alicio en 1948 se divide la ganadería entre su viuda Dª María Gajate y sus siete hijos; Alicio, Ignacio, Habacuc, Luciano, Jesús Eusebia y Catalina Cobaleda Gajate, correspondiéndole el hierro a D. Alicio que anuncio sus reses a nombre de "Montealegre".
Lidió Luciano Cobaleda por primera vez a su nombre una novillada en Barcelona el 4 de Septiembre de 1949 y que fue toreada por Pimentel, Cabrerito y Curro Galisteo. No contento con los resultados de los distintos encierros lidiados decide en 1954 cruzar su vacada con reses de Eusebia Galache, procedentes de Urcola, que lleva hasta su finca llamada "La Parra" sita en el término municipal de Santibañez El Alto, muy cerca de Plasencia. Sin embargo, tampoco debe entusiasmarse D. Luciano, coronel del Ejercito, de los toros lidiados y tras varios años sin obtener los triunfos soñados decide eliminar todo lo anterior y decide la compra en 1968 de dos sementales, uno berrendo en colorao y otro berrendo lucero y calcetero, que fueron toreados por Tinin en la plaza de Peñaranda de Bracamonte como se puede ver en una de las fotos, y alrededor de 80 vacas de D. José Luis y D. Arturo Cobaleda González.
Poco tiempo tardo en lidiar en Madrid. Pues debuta con los patasblancas el 7 de Abril de 1974. Los toreros fueron Joaquín Bernadó, Raúl Sánchez y Antonio de Rojas, que confirmaba la alternativa, pero que no pudo hacerlo pues fue herido muy grave por su primer toro. A partir de esta corrida lidia todos los años en Madrid, ya que son corridas donde el interés y la emoción no faltan en ningún instante. En 1975 lidia una corrida el 20 de Abril que estoquean Joaquín Bernadó, vuelta en su primero, Fernando Tortosa, aviso en su segundo, y Ricardo Chibanga, vuelta en su primero. De aquella corrida quedó sin lidiar el sobrero que la empresa de Madrid decidió dejar en los corrales por si les hacia falta en la feria. Y llego el día. Fue un martes y 13 del 75. Estaba anunciada una corrida de toros de Amelia Pérez Tabernero que fue desechada por los veterinarios en el primer reconocimiento, por lo que la empresa presentó una corrida de Clemente Tassara junto al sobrero de Luciano Cobaleda. El primer toro de la corrida fue devuelto a los corrales, corriendo turno el diestro Miguel Marquez. Y en cuarto lugar se anunció la salida del sobrero de la ganadería de Luciano Cobaleda, marcado con el nº 15 de nombre "Batanito" que pesó 589 kilos. Esto fue lo que escribió Joaquín Vidal en su crónica de la corrida: "En cuarto lugar se lidió el sobrero de Luciano Cobaleda, es peludo y rizoso por todo el cuerpo, impresionante de trapío, con una cabeza preciosa, desarrollada, vuelta y astifina; toro de mucho cuajo, hondo sin que quiera decir que su envergadura sea excesiva. Nada más aparecer por la puerta de chiqueros recibe una ovación cerrada, que se repetirá tres veces más. Echa las manos por delante en capotes y es huido. A petición del público, al que no cabe duda que le ha gustado el toro extraordinariamente, Miguel Márquez lo coloca de largo, casi en el centro del ruedo, mientras el picador espera en el tercio del 8. El toro se arranca pronto, con enorme alegría, pero al sentir el hierro sale suelto. Dos veces mas va de largo, alegre y feliz, entre ovaciones encendidas, y otras tantas se sale suelto nada más recibir el picotazo. Para el cuarto encuentro, terrenos del 9, también se le coloca a gran distancia, de largo, alegre y fijo, entre ovaciones e igualmente acude con prontitud y alegría, y esta vez admite el castigo, creciéndose (cabeceando también), y entonces precipitadamente la presidencia cambia el tercio, pues el toro aún está entero. En banderillas es igualmente pronto y alegre, pero en el último tercio va violento, desarrolla sentido, aprieta hacia los adentros. Prueba y busca, y el matador no puede con él. Herido se echa en tablas del 6, berreando. (Enorme ovación y petición de vuelta al ruedo)".
Tras el éxito del sobrero es incluido en la Feria de San Isidro del año siguiente junto a los toreros Damaso Gómez, El Puno, herido muy grave, y Antonio Rojas, oreja en el sexto. No pudo resultar mala pues repite al año siguiente en la feria el 29 de Mayo. Los toreros fueron José Luis Galloso, vuelta en el primero, Gabriel Puerta, que confirmaba la alternativa, y Maldonado Cortes. Al año siguiente lidia dos festejos en Madrid consecutivos. El 15 de Junio, la corrida de la Prensa, es lidiada por Gabriel de la Casa, herido muy grave, Manolo Cortes y Gabriel Puerta. Ese día también resulto herido grave Curro Puya. Y tres días más tarde Sánchez Bejarano, El Puno y El Regio.. Su último encierro en Madrid se celebró el 30 de Septiembre de 1979 que lidiaron Julián García, Raúl Sánchez Y Manuel Rodríguez, vuelta en el tercero.
Diferentes causas concurren en la desaparición de esta ganadería; económicas, que los toreros no quieren ni verlos (tres toreros sufrieron cornadas de pronostico muy grave) provocaron la venta de la vacada a principio de los años ochenta en diferentes lotes, alguno de los cuales acabo en el matadero. El hierro de Luciano fue adquirido por Vicente Charro, mientras que el lote más importante fue adquirido por D. Juan García Rivera que lo traslado a tierras Toledanas. Allí se trajo alrededor de 70 vacas y el semental "Clavijo". D. Juan lidia todas sus reses de añojos y erales, con un cuidado desmedido. El día que estuve allí durante este mes de agosto había añojos con 180 kilos y erales que no bajarían de los 280 Kg. ¡ de canal !. Las plazas más habituales son El Barco de Avila, Fuensalida, Esquivias y Canencia de la Sierra. Alli envío un eral a un festival, puro de Luciano. Durante su lidia envío a la enfermería a Juan José, a Joaquín Bernadó y a Emilio Oliva, que eran los tres toreros del cartel. Al devolverlo a los corrales al puntillero que trato de matarlo le partió un brazo.
Ahora le quedan 30 vacas puras de Luciano, sin embargo, y por consejos de sus amigos de que tenía que suavizar su ganadería. Este año ha lidiado el último macho puro que le quedaba en Esquivias y según el ganadero " tuvo al novillero corriendo toda la tarde ". El futuro de estas vacas se cruzará con un semental de Benito del Peral, origen Domecq.
Repito el inicio del reportaje. No conozco a ningún aficionado que quiera la cogida de ningún torero, pero algunas tardes mientras veo corridas de toros enfermas, invalidas para ser lidiadas en una corrida de toros, incapaces de nada, ante los que las figuritas de turno les hacen todo tipo de monerías, pienso en lo que cambiaría todo si el torilero, cuando abriera la puerta de chiqueros, también lo hiciera en la del tiempo y saliera por el portón aquellos lucianos de los años setenta, ¿ Se imaginan...?
Salva
P.D.- Para rematar veo que Bastonito también escribió de él en 2005.
1 comentario:
Mu guapo el escrito este,ya podria Vitorino darle kaña a los monteviejos.
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