Cada tarde que torean las “supuestas figuras” significa baile de corrales por la mañana y al final salen al ruedo perritoros, porque a eso no se le puede llamar toro, y se vuelve a poner de manifiesto que el afeitado está a la orden del día. Espero que las autoridades tomen nota y castiguen a los culpables de estos fraudes.
Ayer en Valencia hicieron el paseíllo El Juli, Manzanares y Perera. Rechazaron varios toros de Santiago Domecq, remendaron la corrida con otros tres hierros - aunque uno era el de la madre de la ganadero anunciado- y según muchas de las reseñas que hoy he podido leer ayer en el coso de la calle Xátiva olía mucho a serrucho. No sé quién será el culpable, pero presidente, ganaderos y toreros deberían de explicar muchas cosas y dejar de echarle siempre la culpa al TORO. ¡Ojala los pobres animales pudiesen hablar! Veríamos que opinaban del matador que le había “caído en desgracia”, o del ganadero que prestó su mueco para que le quitaran su vigor y su integridad…
Y todavía algunos, curiosamente los que muchas veces se ven implicados en estos escándalos, tienen la desfachatez de ir a Bruselas a defender la Fiesta. Insensatos, no tenéis perdón de Dios.
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