TENGO MIEDO

Ayer puede comprobar in situ como está la plaza de Madrid, como se está convirtiendo en los que los taurinos siempre han deseado: en una plaza de pueblo, en un coso sin exigencia, sin criterio, sin norte, sin TOROS. Ver salir los astados de ayer por chiqueros me lleva a la conclusión de que la empresa – creo que Florito es el veedor- no tiene ni idea de lo que es un toro con trapío. Si una ganadería no tiene una corrida para Madrid, y en tipo que es lo difícil, mejor que nos ahorren el triste espectáculo que nos están recetando la gran mayoría de las tardes. ¿Quién es el responsable de lo de ayer? ¿A quién le beneficia?
A medida de que pasaba la tarde me iba desesperando más, no puede ser que un toro nada más salir de chiqueros de más pena que respeto. Ese es el problema, el circo que han montado en Las Ventas con ganaderías que repiten cada año a pesar de los fracasos anteriores y los toreros que llegan sin ninguna presión porque consideran Madrid cómo un trámite, otra más, no cómo antes cuando Las Ventas eran Las Ventas. Y los toros de hace no muchos años no eran más chicos que algunos de ahora, porque algunos los de ayer, a pasar de ser cinqueños pasados, parecían novillos adelantados. Y eso no es trapío. Me dio la impresión desde mi localidad que algunos de los toros de ayer no pesaban lo que marcaba la tablilla, quieren tapar con kilos lo que no tienen dentro. Y eso es imposible. Con corridas, si es que se puede llamar así, como la de ayer no hacen falta ni manifestaciones antitaurinas ni espontáneos que se lancen al ruedo pidiendo la abolición de las corridas de toros.