Espero que tu entrada en La Gloria haya sido más multitudinaria que tu despedida en la tierra. Me imagino tu recibimiento allí arriba. Seguro que en primera línea se encontraban tus padres, tus abuelos, toda tu familia, alegres porque volvían a ver a la niña guapa de Coquilla.
Los ganaderos que pasearon el nombre de Salamanca por toda España te habrán besado la mano. El primero D. Graciliano Pérez-Tabernero Sanchón, gran amigo de tu padre, junto al que compró la mitad de la ganadería del Conde de Santa Coloma. Después seguirán sus hermanos Antonio, Alipio y Argimiro, también D. Manuel Arranz, los de Carreros, los de Terrones, los de Terrubias, los de Campocerrado, ninguno girará la cabeza para negar el saludo a la niña guapa de Coquilla.
¡Y cómo no iban a inclinarse ante tí los grandes toreros que te conocieron! ¡Y qué TOREROS! Belmonte, El Gallo, Marcial, Márquez, Gitanillo, los Bienvenida, y para el final el que más ganas tienes de besar, esos ojos verdes que te cautivaron: Cagancho.
Mientras todos te saludan, Concha Piquer te cantará esa copla tan hermosa que te dedicó. Y volverás a ver a tus queridos toritos de casta brava, tus "coquillas", y seguro volverás a llorar igual que aquel día cuando en la primera plaza del mundo te aplaudieron a ti, la niña guapa de Coquilla, después de dar la vuelta al ruedo a dos de tus toros -al bravo Tramillero le dieron incluso dos-.
Mientras todos te saludan, Concha Piquer te cantará esa copla tan hermosa que te dedicó. Y volverás a ver a tus queridos toritos de casta brava, tus "coquillas", y seguro volverás a llorar igual que aquel día cuando en la primera plaza del mundo te aplaudieron a ti, la niña guapa de Coquilla, después de dar la vuelta al ruedo a dos de tus toros -al bravo Tramillero le dieron incluso dos-.
Disfrute Doña Mª del Pilar Sánchez Hernández, mientras nosotros seguimos añorando(aunque no la viviésemos) la época de mayor resplandor de la Salamanca ganadera y taurina, de la que usted, la niña guapa de Coquilla, fue protagonista principal. Disfrute señora ganadera de lo que hay allí arriba, mientras nosotros sufrimos lo que hay aquí abajo.
Artículo publicado en El Chofre en el año 2003, poco después de la muerte de Pilarín Coquilla.
Foto cedida por Cuco F Arranz.
3 comentarios:
Bellisimo canto a la Salamanca ganadera. No hacen falta más palabras.
Aragones
El sentimiento aflora nada más leer el título. Lo has bordao.
A mí lo que me encantaría saber es lo que pensará ella... Y lo que sentía mientras pasaban esos años y se fraguaba su persona y su leyenda...
Gracias por compartir; así da gusto aprender.
Lucía DP
Publicar un comentario