RESUMIENDO...

Parece ser que después del aluvión de sugerencias e ideas que me habéis hecho llegar sobre el tema del refrescamiento de los "galaches" hay varias cosas que quedan claras. Primero: todos pensamos que es un encaste muy recuperable y del gusto de la afición, que no del entramado taurino. Segundo: Una vez recuperado y encontrado una línea a seguir, ¿qué hacemos?¿nos los comemos con patatas?Pues puede ser... Y tercero: a todo el trabajo y constancia hay que añadir una carga económica importante.

En definitiva, mucho trabajo, afición y desembolso quizás para nada, pero si no se intenta no se sabe hasta dónde se llega, si no se lucha no se puede ganar la guerra. ¿Qué quizás no sirva para nada y no lidie ni novilladas sin picadores? Pues a lo mejor, pero nos te quedarías sin el gustazo de criar lo que quieres, lo que te gusta, y ver una becerra brava, y otra extraordinaria, y ver un novillo que en la tienta sale cómo sueñas...

Para comenzar se compran unas 20 vacas de lo de Justo Nieto -puro encinas, y antigua ganadería de la madre de los Galache, doña Caridad Cobaleda Marcos-, que ahora está en manos de la familia Flores de Ciudad Rodrigo, y otra tantas de Paquito Galache, si es que vende, de la rama pura de vega-villar. Lo suyo sería hacerse -comprado o cedido- con un semental de la otra rama, por ejemplo de los Sánchez-Cobaleda, a ser posible de una reata contrastada como pueden ser las de los "rositos", "bataneros", "cornicortos" o "cacharreros".

Después se intentará sacar un par de machos del cruce y se echa el que venga de lo de Justo a las "galaches" y viceversa. Así abrimos la ganadería sin salirnos, para nada, del encaste. Mucha selección, mucho trabajo, esfuerzo económico, buena alimentación, máxima sanidad y bastante suerte nos llevarán, quizás, a lo que buscamos.

P.D.- Quede claro que esto es un sueño de una noche de verano de un romántico, buen amigo de servidor...