martes, 24 de octubre de 2006

SECRETOS DE ANDALUCÍA QUE DESCUBRO EN MADRID.

Me cuentan que en “Zahariche” no se hace nada sin el consentimiento de Eduardo, que Antonio “manda” menos. Pero lo grave es que han visto los añojos con vacas, las eralas con toros, los novillos con utreras. Por lo visto allí todo está revuelto. Ya voy entendiendo porque esa ganadería se va pareciendo cada vez más a la que la diputación de Salamanca tiene en la finca Castro Enríquez. Lo que no me gusta de esta última es que se ha buscado la ponderancia del pelo cárdeno cuando el original de la morucha salmantina es el negro.
Pero como la noche es larga, hablamos de la novillada que se debió de haber lidiado el domingo en Las Ventas - que al final se suspendió- y descubro el mote que le dan en su tierra a esa familia ganadera, los llaman: los Dalton. Me dicen que estos señoritos andaluzes siempre están montados a caballo y debido a su diferencia de estaturas parecen una escalera.
Sin embargo lo que de verdad me impactó fue otra historia que nada tiene que ver con Andalucía y que ya os contaré: como sobrevivió un caballo que estaba medio muerto.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Fue una noche deliciosa, en gran parte por tu compañía. Exquisita.

Anónimo dijo...

Pero bueno,cómo te sorprendes,tú, querido, si lo de Miura desde hace décadas es una ganadería de morucho que vive de la leyenda. Toros para engañar a bobos, entre los cuales se encuentra algún aficionado duro de Madrid que confunde la velocidad con el tocino.Luego a la hora de afeitar -histórico- son con el serrucho un peligro público.Yo no he visto nunca un toro de Miura en puntas.

V. Sánchez López dijo...

Razón tienes Margo, pero eso de estar todo revuelto explica muchas cosas más que las del afeitado. Un beso

Anónimo dijo...

suscribo todo lo que dice Margo. TOÍTO TODO.