Esta tarde cogemos la maleta y nos vamos a Salamanca. De allí, mañana por la mañana, iremos a Calahorra, buena tierra en la que los amigos siempre nos reciben con los brazos abiertos.
Y el fin de semana recorremos unos cuantos kilómetros y nos dejamos caer por Calasparra, pueblo murciano famoso por su arroz, sus serias novilladas y exigentes aficionados.
El Club Taurino de Calahorra y El Quite de Calasparra han querido que servidor llegue a sus ferias con el libro El Toro de Salamanca, y para allá que nos vamos...
Por supuesto que para la feria de Salamanca ya andaré por aquí, aunque dudo mucho que me vean por La Glorieta algún día que no sea el 8 o 9 de septiembre. A más ver. ¡Cuidense!