El otro día Jon se acordó del bueno de Conrado, que a sus más de ochenta años aún sueña cada noche con dar dos pases a un toro en los Carnavales de Ciudad Rodrigo o en los sanjuanes de Coria.
De lo que nadie escribe ni se acuerda es del toro de El Pilar que fue incapacaz de matar Talavante en Badajoz o de los viajes que hicieron los toros de Garcigrande hasta Alicante para la corrida que toreó allí el Glorioso. Unos me han dicho que hasta 22 toros se enviaron desde Salamanca. Fuentes más fiables me afirmaron que fueron 18 los animales que se reconocieron para que al final saliesen 6 chotos de cualquier plaza de pueblo.
Vamos a ver si de la misma forma que magnificamos cosas buenas para la Fiesta - y montamos circos mediáticos a favor de algunos- somos capaces de denunciar algunos atropellos que le hacen mucho daño.