"Se nos ha metido el Cierzo y el campo las va a pasar putas". Puede que esta frase sea la que más repite la gente de campo en estas últimas semanas. Todos los buenos augurios después de las aguas de Octubre se están viniendo abajo. Hiela mucho, hace demasiado frío y el aire no para ni un momento. Cada uno de estos factores por si sólo hace que el pasto ni crezca ni salga, pero los tres juntos son mucho peor para el campo que todo el calor de agosto.
Y para colmo de males me entero de que el lobo anda cerca. Cierto es que es uno de mis animales preferidos, una joya de nuestra fauna, pero cuando no le dan de comer... Ahora con esto de las vacas locas, la lengua azul y demás no queda un animal muerto en el campo y los depredares - lobo, zorro, águila- y los carroñeros tiene que comer igual. ¿Qué pasa? Pues que atacan al ganado. Si una oveja está pariendo cerca están los buitres o los zorros y matan a la madre y a la cría. Y el pastor a callar.
El caso es que ayer me dijeron que en mi Campocerrado del alma han matado en una noche 6 añojetes. No se sabe con certeza si ha sido lobo o perros asilvestrados, pero cuatro hembras y dos macho que ya no podré ver el día del herradero. Espero que no haya más bajas.
El pienso sube, los lobos atacan, el invierno se presenta duro, el trabajo es difícil, te llegas a desesperar, pero cuando sale un novillo a la plaza que te hace "sentir ganadero", ¿ te acuerdas de los sinsabores? Creo que no. Soy de los que piensan que merece la pena ser ganadero, aunque muchas veces pienses en mandar todo a paseo.