lunes, 21 de abril de 2008

HUERFANO PERO BRAVO


El viernes parió la “Extremeña”, número 5 del 87, una de las mejores vacas, un precioso macho, entrepelado como su padre, el “Genovés”. No sería nada especial el nacimiento de un becerro de no ser porque esta mañana esta vieja vaca no apareció a la hora del pienso cuando es una de las más golosas. Al terminar de repartir el forraje había que dar una vuelta por el cercado para ver dónde esta, aunque era de imaginar. Allí, bajo la enorme encina que está al lado de la charca grande, se encontraba la Extremeña y junto a su cuerpo frío, cómo si no quisiese separarse de ella, el pequeño becerro.
Ahora toca criarlo en casa, con biberón, porque no hay ninguna vaca lechera que lo pueda criar. Habrá que comprar leche en polvo y alimentarlo así hasta que comience a comer hierba y a probar el pienso. Tardará en desarrollarse más que sus hermanos, y cuando ellos pesen más de cien kilos el “Extremeño” sólo pesará 70. Pero será bravo, y si saca buenas hechuras y tiene buena cornamenta, quizás valga para semental. Se ha quedado sin madre, pero seguro que la buena de la “Extremeña” le ha dejado toda su bravura.

1 comentario:

Anónimo dijo...

que bonito.
que relato mas sencillo y mas fuerte.
anda ya con mucha casta el chivo.
gracias por compartir con nosotros momentos asi.

luis