lunes, 28 de abril de 2008

ZARAGOZA

No seré yo el que diga que toro fue más merecedor de llevarse el premio en la concurso de Zaragoza. Por televisión vi algunos detalles que me hacen creer que lo más correcto hubiese sido dejarlo desierto. Ni mucho menos con esto quiero decir que fuese una mierda de corrida y que no se viesen cosas interesantes. Ojala hubiese más festejos de este tipo para que el aficionado tomara conciencia de lo bonita que es la suerte de varas, de lo emocionante que es ver a un toro arrancarse al caballo de punta a punta de la plaza sabiendo lo que le espera, aunque sea una puya de tentadero porque es imposible que un toro se tenga en pie con cuatro vara usando la puya actual, esa que mata a muchos toros bravos.
Ahora bien, al grano. He comentado antes que para mí no hubo un toro de premio y explico lo que pude ver por televisión. El de Concha y Sierra dejó claro desde salida que era un bendito, de esos que se dejan y eso… El de Palha me decepcionó mucho porque además de flojo hizo muchas cosas feas. Escarbó, se dolió en banderillas, murió en tablas… El del hierro de Cuadri me gustó en el capote y apuntaba formas pero poco le ayudaron los puyazos, todos traseros, que le recetaron en los que se empleó. Del “albaserrada” de Adolfo me gustó su codicia de salida, sus primeros encuentros con el caballo en el que se le dio bien, y su galope en banderillas. Me disgustó que se acabase rajando y que también escarbase. El lío está en si fue más bravo el “veragua” de Prieto de la Cal o el “jandilla” de Fuente Ymbro. Y para mí que la cosa está reñida. Si los partidarios del último defienden que el primero apenas se movió en la muleta los que se inclinan hacía el primero pueden esgrimir que el último fue mucho más cuidado en el caballo. Ambos astados fueron importantes y no me inclino por ninguno de los dos. Quizás si los hubiese visto en directo lo tendría más claro. Los que estuvieron allí seguro que sí que lo tienen algo más. Hay están Toni, Leti, Alma, José Antonio, Don José, Andrés
Pero una cosa si tengo clara del sábado, y ya lo he dicho bastantes veces. Los kilos no están reñidos con la bravura. El de Fuente Ymbro pesaba más de 600 kilos, ¿qué pensarán los que dicen que un toro con ese tamaño no puede embestir?

Nota añadida: Pedro nos cuenta lo que vió y sintió en Zaragoza. Bastonito también

1 comentario:

Anónimo dijo...

En los tiempos que corren, puestos a escoger uno de los dos como semental, supongo que todos nos decantaríamos por el jandilla. Y quizás habría que revisar las críticas habituales a todo lo que huela a Domecq. Los toros son como es el ganadero. Saludos desde Tarragona.