jueves, 23 de noviembre de 2006

EL GANADERO DE LAS LARGAS PATILLAS: DON ALIPIO

Al igual que sus hermanos Graciliano, Antonio y Argimiro, Don Alipio Pérez-Tabernero Sanchón no tardó mucho en deshacerse de las reses heredadas de su padre. En 1912 le compró a A.P. dos sementales murubeños con el hierro de Gamma y ocho años más tarde adquiere un extenso lote de vacas al ganadero de San Fernando, eliminando entonces toda cabeza con cruce Veragua-Miura, que eran las que le había dejado Fernando Pérez-Tarbernero – su padre-.
El 18 de Mayo de 1924 la ganadería debuta en Madrid y Don Alipio no quedó muy satisfecho con el resultado. Al año siguiente compra a su hermano Don Graciliano 130 vacas y 4 sementales pero es en 1933 cuando adquiere el que sería el pilar de su vacada: Hornero, nº 17, del hierro de Graciliano, que estuvo padreando 15 años.
Hacia una línea más santacolomeña, Don Alipio consiguió una ganadería tremendamente brava, algo menos fogosa que los gracilianos y no tan pastueña como los apes. Se lidiaron muchos toros de bandera con esta divisa caña y rosa, Don Alipio era respetado y querido a partes iguales por matadores y afición. Entre sus astados más notables destacaron: Carmoneño, Fragoso, Conductor, Castellano, Temerario – vuelta al ruedo el Madrid el 27 de septiembre de 1951-, Menudito y Primoroso – Beneficencia del 52, Carasucia y Grajito – Prensa 2 de Julio de 1953-, Barrabás, Gracito – toro más bravo del San Isidro de 1957, Hechicero – vuelta al ruedo en la corrida de la Prensa de 1960, los toros Guapito, Nevadito, Negrero y Cubanito proporcionaron el éxito a Gregorio Sánchez, Diego Puerta y S.M. El Viti el 13 de Mayo de 1961…
Estaba casado con Pilar Sánchez, de la ganadera familia de Agustínez, pero enviudó joven y junto con su suegra Candelas y su madre Lucía tuvo que criar a sus seis hijos: Alipio, Ignacio, Fernando, Ricardo, Javier y Julio.
En 1966 debido a su avanzada edad Don Alipio empezó a repartir su ganadería: Fernando se quedó con “ El Hoyo de la Gitana” que puso unos años más tarde a nombre de su esposa Pilar Población del Castillo; Alipio Pérez-Tabernero Sánchez heredó el hierro paterno en 1971 y cinco años más tarde pasó a ser propiedad de su hijo pero en 1990 vendió casi todas las reses a Rufino Calero junto con el hierro Riogrande, en Matilla sólo quedaron una docena de vacas y el semental Noguero; Ignacio tenía desde 1958 vacada propia - el antiguo hierro de Ayala- pero compuesta por reses paternas y refrescadas con sementales de Buendía, en la actualidad sus hijos lidian como “El Hoyo de La Gitana”; Javier compró en 1966 el hierro de Vegablanquilla para la parte que le correspondió de su padre, pero en 1984 se decantó por la sangre atanasia y en 1999 las pocas cabezas santacolomas que tenía las traspasó al hierro de Clemares Pérez-Tabernero.
Los descendientes de Don Alipio que siguieron con la tradición ganadera todavía mantienen sangre “alipia” como homenaje al ganadero de las largas patillas, pero también como homenaje a la bravura y quizás con la esperanza – difícil- de que las cosas cambien…

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