sábado, 25 de agosto de 2007

DIFÍCIL DE VER

Cuando las últimas gotas de nobleza estúpida se revuelven con los
residuos de la casta que es el GENIO, salen los toros que ahora se llaman
enrazados y algunos denominan encastados, esos con los que se pasan moradas sin
posibilidad de lucimiento
.

Esto lo escribió hace años Alfonso Navalón.
La casta siempre es positiva, ligada a la bravura, nunca negativa, no puede estar junto a la mansedumbre. En todo caso será genio. La casta es algo más que defenderse: es atacar, querer pelea y entregarse, sin hincar nunca la rodilla, si se hacen las cosas como es debido.
Estos términos son muy objetivos y cada uno tiene su propio opinión - como debe ser-, pero para mí un toro manso nunca será encastado. La casta de verdad se ve salir por chiqueros. Todos los detalles desde que un toro pisa el albero son los que te dicen si tiene o no casta, y es en los últimos instantes de vida donde se confirma si ese animal es encastado. Hablaremos largo y tendido de la CASTA.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Querido Marqués: de acuerdo contigo en todo. Esa es la casta, "atacar, querer pelea y entregarse". Para mí el que no se entrega (si las cosas se le han hecho bien) no está encastado, por mucho que venda cara su vida, se trata sencillamente de un pregonao con genio. También coincido: un manso jamás puede ser encastado y, por último, coincido de nuevo cuando dices que nada más pisar la arena el toro canta lo que lleva dentro. Vicente, cuando se vuelven... cuando se vuelven de salida. Tú sabes de lo que yo estoy hablando ¿verdad?

La condesa de Estraza

Anónimo dijo...

Para los que se están iniciando en el conocimiento del toro, me gustaría decirles que se fijen en el hombre (o mujer) y que observando el comportamiento del animal racional, traduzcan, y les dará fielmente el comportamiento del funo. Aunque nos separa la inteligencia, no existe una especie en la naturaleza que con sus reacciones, de defensa y ataque, se parezca tanto a la nuestra. Lo mismo os parece una boutade, pero es cierto, os invito a la comparación. Casta: atacar cuando se está herido, querer pelea, entregarse con nobleza hasta la muerte(la nobleza es imprescindible en el sentido cabal de la palabra) en el combate, y morir en el centro del ring, sin abrir la boca y sin recular a las tablas. Groso modo, esa es mi idea del toro de casta y de los hombres y mujeres del orbe. ¿Se entiende más o menos lo que quiero decir, Vicente? Ah, no me valen todos esos matices propios de aficionados urbanos, manso encastado -?- por ejemplo. La casta al final siempre es noble.

La condesa de Estraza