Me imaginaba que el mayor enemigo de esta tarde sería la falta de fuerza y desgraciadamente así ha sido. Lástima que los de Moisés hayan sido tan flojos, porque sino hubiésemos visto muchas más cosas, y aún así las hemos visto. Hay algo que me tiene con la mosca detrás de la oreja, y es que estos toros suelen rematar más en tablas de lo que lo han hecho hoy – sólo quinto y sexto – y no sé si se deberá a lo de las fundas. Puede ser.
Si el quinto y el sexto hubiesen tenido más fuerza, aunque se han ido viniendo arriba, hubiésemos podido ver hasta que punto eran bravos. En los caballos los dos se han empleado, encelado y apretado con los riñones, pero ese tercer puyazo que nos hubiese aclarado las cosas no lo hemos podido ver por la falta de fuerzas. En la muleta han transmitido mucho y han galopado cuando le han dado distancia. Han embestido por abajo y con codicia cuando se le han hecho las cosas bien. Me han quitado un poco el sabor amargo que he ido acumulado a lo largo del festejo.
Bueno, os dejo que voy a ver el reportaje de El Pilar que están ya las imágenes de Tamames, ese gran pueblo dónde empieza la sierra y se come un cocido de muerte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario