sábado, 18 de noviembre de 2006

UNA PEQUEÑA AYUDA.


Costó trabajo sacarla, pero al final tanto madre como hija se perfectamente. Se te ponen los pelos de punta cuando ayudas, porque te sientes partícipe del milagro de la vida.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Vicente, que grima me da la foto, tío. La miro y me duele la barriga.
Y eso que yo he visto parir a muchas vacas, pero en imágenes es que no puedo soporta ningún parto, incluido el de la hembra humana.

V. Sánchez López dijo...

Sabía que podía herir sensibilidades, lo siento mucho Margo.