lunes, 6 de octubre de 2008

MANSOS DE CARRETA

Mucho trabajo le queda por delante a Don Luís Guillermo López Olea, sobrino-nieto del Señor Conde de La Corte, si quiere que este histórico hierro vuelva por al lugar privilegiado que durante años ocupó. Una pena lo de esta tarde en Zaragoza, muy parecido a lo que vi en Pamplona. Antes del festejo, el ganadero dijo que necesitaban más casta, más empuje. ¡Vaya si lo necesita! Y a raudales, añadiría yo. Una persona que sabe mucho más de esto que un servidor, que ha visto toros desde hace 60 años, me dijo esta tarde:
- Esto no es lo del Conde, esas hechuras no son las de hace veinte años. Eso son retales, mansos de carreta.

La falta de transmisión, de fuerza, de acometividad y de CASTA que he visto en los astados de María Olea y del Conde de La Corte ha sido pasmosa. Si queremos tener una mínima esperanza con el segundo, Cabo Gordo, arreglados estamos porque ni lo han picado, ni ha tenido fuerza, y lo único que ha hecho es quedarse como un borreguito para la faena de muleta. ¿Habrá hecho este ganadero algún refrescamiento con algo de Domecq? ¿Habrá recurrido Luís Guillermo a la nueva moda de solucionar las cosas teniendo un semental de Fuente Ymbro? Una pena que esta histórica vacada, madre de casi toda la cabaña brava, lleve tanto tiempo en el bache y no se vean indicios de recuperación.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Decepción mayúscula en la línea decadente que lleva esta ganadería y que no ve la luz al final del túnel bien porque Luis Guillermo la esté buscando "fuera del tiesto" o bien porque no sabe dar en la difícil tecla de recuperar esta histórica vacada en tipo y casta.
Un auténtico desastre, uno más aunque muy significativo, para la cabaña brava
Pgmacias

V. Sánchez López dijo...

Cierto amigo Pedro en lo del tipo, volver a buscar ese tipo de toro que embestía del Conde es la clave.
Un abrazo desde el campo charro hoy que ya ha comenzado a llover, que falta hace.